El condensador es un componente eléctrico pasivo de 2 terminales que posee la capacidad de almacenar energía eléctrica.
Físicamente, el condensador está compuesto de 2 placas conductoras y de un material aislante entre ellas. Al material aislante se le llama dieléctrico.
A la capacidad de almacenar energía eléctrica se le conoce con el nombre de capacidad eléctrica o también, capacitancia.
La capacitancia, en el Sistema Internacional de medidas se mide en Faradios. Se denomina Faradio a la unidad de capacitancia en honor al físico experimental Michael Faraday.
El Faradio indica la cantidad de cargas eléctricas almacenadas por el condensador en relación a la carga eléctrica aplicada a sus contactos. La fórmula que relaciona esas 3 magnitudes es la siguiente:
Donde la «C» se refiere a la capacitancia medida en Faradios, aunque normalmente se emplean submúltiplos como el microfaradio, nanofaradio o picofaradio dado que el faradio es una unidad de medida muy grande.
La «Q» se refiere a la carga eléctrica medida en Culombios.
Y la «V» es la tensión aplicada a los contactos del condensador, medida en Vóltios.
La capacidad de un condensador siempre es un valor positivo y depende de factores físicos y constructivos como la forma de las placas, la distancia entre ellas, las dimensiones de éstas y el tipo de aislante o dieléctrico dispuesto entre las placas. Por ejemplo, cuanto más grande sea la constante dieléctrica del aislante introducido entre las placas, mayor capacidad tendrá el condensador para almacenar cargas eléctricas.
El primer condensador eléctrico que se construyó, fue el conocido como «Botella de Leyden», por la ciudad holandesa del mismo nombre en el que se construyó por primera vez a mitad del siglo XVIII. Este condensador constaba de una botella de vidrio con agua, cerrada en su parte superior con un corcho, atravesado éste por una varilla de metal sumergida en el agua y que salía al exterior, a través del corcho, acabando en forma de gancho. Cuando se le aproximaba un conductor cargado eléctricamente, el agua en el interior de la botella adquiría cargas eléctricas que se acumulaban en el líquido. La botella propiamente dicha hacía en este caso de material dieléctrico.
En la actualidad, los condensadores se fabrican en una gran diversidad de tipos y valores.
Por tipos, los condensadores reciben el nombre del dieléctrico que portan entre sus placas, por ejemplo, cuando el dieléctrico utilizado es el papel, el condensador se dice que es de ese material. Así tenemos que existen condensadores de aire (cuando sus placas están separadas sin nada entre ellas), de papel, cerámicos, electrolíticos, de tántalo, de poliester, poliester metalizado (MKT) y algún tipo más que ya está en desuso.